Blogia
ARTE Y ECOLOGÍA

EMISOR Y RECEPTOR TRABAJANDO JUNTOS POR EL MEDIOAMBIENTE

 

Lucrecia Rosenberg

MANUEL MENDIVE HOYOS: LAS AGUAS, LO COTIDIANO Y EL PENSAMIENTO

“Hay un deseo casi visceral por lo prohibido, un anhelo de abarcar lo que no se puede tener. Lo he llamado “Ángel rebelde” porque entiendo su arte como osado, rebelde, no convencional y desafiante. No le interesan las modas o tendencias. Sus imágenes, que tan a menudo incorporan y transforman con violencia los vestigios del estímulo africano, no atraen necesariamente a aquellos que buscan la última dirección del mundo artístico. En lugar de un minimalismo intelectualizado y de un conceptualismo vacío, Mendive confía en los sentidos: pensamiento, tacto, color, aliento, aire y fuego. Sus pinturas, como sus acciones y performances, a las que orquesta con tanta destreza, demuestran su fidelidad a su propia sensibilidad visionaria, no a una apariencia impuesta por el mercado”

Palabras de Edward Sullivan, crítico norteamericano, en la Inauguración de la muestra realizada en el Museo de Bellas Artes de La Habana, en Diciembre de 2001.

Pero para entender estas palabras habría que conocer al pueblo cubano, sus creencias, religión, sincretismo afro-europeizante, que expresan sin lugar a dudas la increíble capacidad de observar, trabajar, haciéndolo con amplia libertad de expresión que sí existe en esta isla, la más importante del Caribe.

Basta participar como mera espectadora y amiga del artista, para comprobar cómo un gobierno tan criticado, que esta libertad no es por parte del gobierno cubano un mero enunciado, sino el aporte de un gran visionario que hace crecer en un todo a sus artistas.

Esta muestra nace en la Plaza de la Revolución, con una gran performance, que cuenta más o menos con treinta bailarines del Ballet Folklórico, representando a sus dioses paganos: cuerpos de hombres y mujeres desnudos, totalmente pintados (body painting), que recorren con tambores, máscaras y distintos instrumentos musicales las calles que unen esta plaza con el Museo de Bellas Artes, imponente edificio, donde llegará el artista a reunirse con su público y amigos, donde podemos admirar sus obras escultóricas.

Con elementos básicos, construye sus magníficas esculturas de más de dos metros de alto y ancho, representando todas las características del arte afro-cubano.

Se destacan el color, los materiales: madera, caracoles. Intimidad con su culto, con su pueblo en actitudes cotidianas, con una maestría digna de enaltecer y disfrutar.

Coincidente con el centenario del nacimiento del maestro Wilfredo Lamb, la muestra constituye un homenaje a ese maestro que tanto le dio a él como al mundo.

Me considero una elegida por haber sido invitada a esta exposición, donde pude compartir con Harry Belafonte, Danny Grover, Federico Luppi, quienes en esos momentos participaban de un encuentro mundial de cine.

Debo agradecer a mi hermano de corazón Gerando Fulleda León, que me hospeda en su hogar y me hace conocer a los grandes artistas cubanos que no dejan de sorprenderme y maravillarme ya que, después de cuarenta y cuatro años de bloqueo norteamericano, pueden llegar a los sentimientos del mundo a través de su literatura, teatro, ballet, artes plásticas ocupando, sin lugar a dudas, un lugar preponderante en la cultura mundial.

0 comentarios